miércoles, 29 de febrero de 2012

Pasando a la acción

¡Hola!
Hoy quería comentaros a todxs que por fin estoy empezando mi nueva dieta frutívora LFRV (Low Fat Raw Vegan), llevo 10 días y de momento me va muy bien. Creo que esta vez estoy realmente motivada, animada y con seguridad, y es lo que me está haciendo conseguirlo. Estoy comenzando a notar la energía que tengo, y aunque aún es muy pronto, al haber llevado una dieta liviana últimamente e incluyendo mucha fruta, ya empiezo a notar cambios visibles como piel y cabello más suave.

A lo largo de estos 10 días, he estado comiendo con la fórmula 80/10/10 (80% Carbohidratos, 10% Grasas y 10% Proteínas), y me va genial. Como muchísima fruta (naranjas, mangos, manzanas, plátanos...) y un poco de verdura tierna (lechuga, endivias, guisantes, calabacín...). También incluyo algunos frutos oleaginosos como olivas, o frutos secos como almendras (pero muy poca cantidad).

Es muy importante consumir las suficientes calorías. Con el tiempo, va siendo más fácil; pero al principio, se hace necesario contabilizarlas. No es que las contabilicemos por temas estéticos, ni porque estemos obsesionados con las calorías. El objetivo es tener la mejor salud, y tras haber comido alimentos procesados durante mucho tiempo, nuestros sentidos pueden haberse visto alterados. Debemos comer las suficientes calorías, mínimo las que gastemos, si queremos mantener nuestro peso.

La CDR (Cantidad Diaria Recomendada) de 2000 calorías por persona no es en la que nos basamos. Entendemos que cada persona necesita un número determinado de calorías dependiendo de su peso y actividad física. Así, se podría elaborar la siguente fórmula para conocer cuál es el número de calorías que necesitamos:

  1. Multiplicamos nuestro peso (en Kg) por 22 (obtenemos el BMR; Metabolismo Basal).
  2. Al resultado que nos dé, le sumamos:
    • 200 si es un día sedentario (Estas calorías se gastarían en actividades como ir al supermercado, limpiar la casa...). Obtendríamos el resultado final.
    • Si es un día activo, a la multiplicación de nuestro peso por 22 le sumaríamos de 300 a 600 por cada actividad física, dependiendo de la intensidad y duración.
Pongamos dos ejemplos:
  • Una mujer de 60 Kg, que no va a llevar un día sedentario necesitaría consumir 1520 calorías:
    • (60x22) + 200
    •    1320 + 200
    •         1520
  • Un hombre de 100 kg (alto, esbelto, fuerte, no obeso) que trabaja en la construcción y es deportista , requeriría 2200 calorías base. Añadamos otras 600 calorías para cubrir el desgaste físico del trabajo; y otras 400 por el deporte. Este hipotético hombre necesitaría 3200 calorías, más del doble que la mujer del ejemplo anterior:
    • (100x22) + 600 + 400
    •    2200 + 600 + 400
    •               3200
Recomiendo la página CRON-O-METER (cronometer.com), ya que a través de su aplicación web, podemos apuntar los alimentos que consumimos, las calorías que se adaptan a nuestras necesidades, y en nuestro panel de control, podemos añadir como preferencias que seguimos la dieta 80/10/10.

Recomiendo también la lectura del libro "The 80/10/10 diet" del Doctor Douglas Graham, libro del que he obtenido los datos aquí mostrados. Se trata de un completísimo manual donde TODO queda explicado de una forma concreta y directa, mediante un lenguaje sencillo y amigable.

¡Salud!

Elementos fundamentales para tener salud

A continuación, presento una lista de los elementos fundamentales que se deben tener para tener salud. 
Está extraído del libro "The 80/10/10 diet", del Doctor higienista Douglas Graham. El autor considera que los elementos básicos son los 10 primeros. Para tener una salud óptima, deberíamos obtener un 10 sobre 10 en cada uno de los elementos que a continuación se enumeran:


  1. Aire fresco y limpio
  2. Agua pura
  3. Alimentarse de la forma en que estamos biológicamente diseñados
  4. Dormir suficiente
  5. Descanso y relajación
  6. Actividad enérgica
  7. Equilibrio emocional y estabilidad
  8. Luz del sol
  9. Temperatura agradable
  10. Paz, harmonía, serenidad y tranquilidad
  11. Contacto humano
  12. Pensamiento, reflexión, meditación
  13. Amistad y compañerismo
  14. Sociabilidad
  15. Amor y aprecio
  16. Juego y recreo
  17. Ambiente agradable
  18. Diversión y entretenimiento
  19. Sentido del humor y alegría
  20. Seguridad de la vida
  21. Inspiraciones, motivaciones, propósitos y compromisos
  22. Trabajo creativo y útil (actividades de interés)
  23. Auto-control y auto-dominio
  24. Soberanía individual
  25. Expresión de los instintos reproductivos
  26. Satisfacción del sentido estético
  27. Confianza en unx mismx.
  28. Auto-imagen positiva y autoestima.
  29. Limpieza interna y externa
  30. Sonreir
  31. Música y otras artes
  32. Biofilia (amor por la naturaleza)

Preguntas frecuentes

¿Se puede comer únicamente crudo?
No existe ningún nutriente esencial en la carne, los cereales, las legumbres o los lácteos que no esté también presente en las frutas, las verduras, los frutos secos y las semillas. Además, en ellas los encontramos en una forma que es más fácil de digerir. Y de hecho, muchos nutrientes vitales sólo los encontramos  en las plantas (como la fibra soluble o los miles de fitonutrientes).

¿Comer crudo me hará una persona sana?
Una dieta cruda apropiada, dará como resultado un aumento de la salud, pero es necesario hacer honcapié en que es el cuerpo, no el alimento, el que crea la salud. No es la comida la que nos limpia; el cuerpo se limpia. La buena salud, después de todo, es el resultado de un estilo de vida saludable. Un descanso y sueño adecuados, actividad física rigurosa, aire fresco, luz del sol, un punto de vista optimista ante la vida, y algunos otros factores son también esenciales para crear una buena salud.

[Extraído de las Preguntas Frecuentes Contestadas (FAQ) del libro "The 80/10/10 diet", del doctor higienista Douglas Graham]

sábado, 4 de febrero de 2012

Mi experiencia y consejos

Me gustaría compartir experiencias, para poder ayudarnos mutuamente, ya que no hay nada mejor que la información de primera mano.
Me gustaría comentar que aún no he conseguido dar el paso a una dieta 100% frutívora, ¡pero es mi objetivo! No lo he hecho aún por diversas motivos, algunas de las causas han sido problemas que se me han presentado en el intento:
  • El primero, es la ansiedad por la comida cocinada. Nuestra mente nos pide que comamos alimentos cocinados, ya que estamos acostumbradxs a ello. Es una adicción mental, como todas, nuestro cuerpo no necesita de alimentos cocinados para poder vivir, de hecho, tenemos más salud si prescindimos de ellos. Es importante diferenciar entre el hambre verdadera y el hambre falsa. Un truco para saberla difereciar es comer un tipo fruta cuando sientas hambre, la que más nos apetezca y la cantidad que queramos. Cuando estemos saciadxs, la fruta dejará de apetecernos, y por tanto, dejaremos de comer. Si seguimos teniendo hambre, es que no es hambre, son ganas de comer, ansiedad. Es difícil calmarla, pero la única forma de comer 100% frutívoro, es aguantarse. Hay que decir, que al llegar la noche es el momento de mayor debilidad. En estos casos, podemos comer frutas consistentes, como plátanos, que nos causan la sensación de que el estómago está lleno, porque es menos líquido. Otra opción es tomar una ensalada sin sal, sin aceite (que puede sustituirse por limón, por ejemplo) o con un poco de aceite extraído en frío, pero si no lleva aceite mejor. Podemos agregarle unas cuantas semillas a la ensalada, y mejor no añadir aceitunas,  porque son muy grasas, y cuando empiezas no puedes parar. Si nos encontramos con ansiedad debemos evitar esto. Otra opción (pero en el último caso) es comer frutos oleaginosos, que causan más aún este efecto. Pueden ser aguacates, o frutos secos, pero siempre sin abusar. Si queremos llevar una dieta sana, debemos consumir 80% de hidratos de carbono, 10% de proteína, y 10% de grasa. Los frutos oleaginosos contienen muchas grasas. Si optamos por esta opción (en el caso de que estemos seguros de que si no, vamos a caer en comer algo cocinado), podemos rellenar una lechuga o una endibia con el aguacate, de este modo nos sacia más, porque nuestra mente lo asocia a sabores conocidos, o a alimentos elaborados. No se debe comer más de un aguacate y medio al día, si llevamos una vida sedentaria o hacemos deporte de forma moderada.
  • Otro problema nos puede surgir en el momento de la compra de los alimentos. Tal vez no encontremos fruta y verdura de calidad, y es muy importante tenerla, sobre todo en momentos de ansiedad. Lo mejor es que sean alimentos ecológicos, pero si no podemos (son más caros y más difíciles de conseguir), podemos buscarnos algún truco: 
    • Podemos comprar directamente a los productores. Si tenemos cerca zona de huerta, lo más seguro es que hayamos visto carteles en invierno que anuncian que se venden naranjas. Por lo general, suelen estar mejor que las que podamos encontrar en los supermercados. Es cuestión de probar y escoger el productor que más nos guste. Además, una vez que establecemos contactos, podemos comprarles más cosas que cultiven ellos mismos. También podemos buscar productores ecológicos de nuestra zona, algunos venden a particulares y es más económico que pedirlo a una tienda o herbolario.
    • Si tenemos acceso, podemos comprar en mayoristas. En tiendas (como Makro), encontramos mucha variedad de fruta, y de buena calidad. Además, al comprar al por mayor, es más económico.
    • Comprar en mercadillos locales, si sabemos que los alimentos son de calidad. Muchos de los productores de nuestra zona tendrán puestos en los mercados.
  • Otros problemas, podrían ser la aceptación de nuestra alimentación por parte de la familia, nuestra situación económica, personal, laboral, geográfica... Lo más importante es no rendirse ni tampoco obsesionarse, ya que el objetivo es ganar salud.
Si alguien conoce algún otro truco o tiene alguna duda, ¡que no dude en comentar!

Consejos para un cambio de dieta


Hay que tener claro que lo más importante es que no podemos jugar con nuestra salud, así que no podemos hacer las cosas a la ligera. No podemos pasar de comer carne o comer mucho cocinado a comer frutívoro, como todo en la vida, debe hacerse paso a paso. 
Lo mejor es empezar poco a poco a incluir fruta en nuestra dieta, siempre ANTES de comer cocinado, ya que si no, fermentará al crearse un tapón en nuestro estómago, porque la fruta es de digestión muy rápida, pero la comida cocinada no. Si dejamos una manzana abierta durante 2 horas, estará en proceso de descomposición, y no la comeríamos, ¿no? Pues si tomamos fruta después de comer cocinado, será lo mismo que si la comiéramos en ese estado, y lo peor es que las manzanas son las únicas que podríamos tomar después de comer cocinado, así que las demás no nos queremos ni imaginar cómo estarían, ¿no? La manzana es más "neutra", no contiene tanto azúcar como otras frutas, por lo que la fermentación es más lenta.
Conforme vayamos avanzando, debemos suprimir los alimentos más tóxicos, sobre todo los de origen animal. También debemos suprimir algunos vegetales, como las espinacas, el ajo, la cebolla y las especias (tampoco crudas). No deberíamos tomar tampoco legumbres, y cereales blancos tampoco. Todo ello progresivamente. Podemos tomar arroz integral con verduras, pasta de cereales como la espelta o el trigo integral (preferiblemente evitar el trigo, porque sienta peor), patatas al vapor, caldo de verduras... durante un tiempo antes de cambiar de dieta. Mientras tanto, iremos aumentando progresivamente el consumo de frutas y verduras crudas (los distintos tipos de lechuga, pepino, calabacín, zanahoria), y rebajando los alimentos cocinados, hasta llegar a 80% frutívoro aproximadamente. A lo largo de este proceso, expulsaremos toxinas, nos sentiremos cansadxs, etc. Esto es porque nuestro cuerpo está trabajando mucho para limpiarse. Las frutas no son una esponja, el proceso consiste en que si realizamos la digestión más ligera, el cuerpo no emplea tantas energías en ella, y puede emplearlas en otras funciones. Además, el consumo de estos alimentos nos aporta todos los nutrientes que necesitamos. 
Poco a poco, nos iremos sintiendo menos cansadxs, con más energía, nuestro peso se regulará, nos sentiremos mejor, nuestra piel y nuestro cabello estarán suaves y sanos... Ese es el momento en el que podremos dar el paso a 100% frutívoro, si queremos. Nos costará mucho menos, ya que estaremos acostumbrados a tomar mucha fruta, y la ansiedad se rebajará. Además no tendremos apenas síntomas de desintoxicación. Otra opción es que si no podemos dar este paso por las razones que sean es aguantar ahí, ya que estaremos muy sanos, y cuando sea posible llevar una dieta totalmente frutívora, no nos costará mucho esfuerzo.

Yo me encuentro en este punto, y cuando me sea posible, daré el paso, y ¡estoy deseándolo!